Existe una íntima relación entre la salud física y la salud mental. Cuando no se cuida de la salud mental y de las emociones, el cuerpo sufre, porque lo que no se resuelve en la mente, el cuerpo termina transformándolo en enfermedades físicas, expresando aquello que requiere de atención y cuidado. 

Un cuerpo saludable se logra a través de una mente sana, para prevenir ciertas enfermedades, como afecciones cardiacas y ayudar a mantener la independencia a medida que el tiempo pasa y se envejece. 

Cuanto mejor se trata al cuerpo, mejor se trata a la mente. La actividad física aumenta el flujo de oxígeno en el cerebro y se incrementa la liberación de endorfinas, la hormona de la felicidad. 

La meditación, al igual que el ejercicio, es buen recurso para cuidar de la salud integral. La meditación es un método alternativo para tratar diferentes afecciones mentales, como la depresión; ya que permite acallar la mente para hacer frente a los problemas desde un estado de relajación. 

Al cuidar de la salud mental, se cuida también de la salud física, como bien se menciona con anterioridad. La clave para tener un estilo de vida saludable, es comenzar. 

No hay mayor secreto que desempolvar los zapatos deportivos, empieza pequeño, caminando 15 min al día, comiendo menos comida procesada y más casera, tomando más agua y menos bebidas carbonatadas, no saltarse comidas ni comer en exceso. 

Se debe aprender a reconectar con el cuerpo, escuchando lo que tiene por decir y así poder atender mejor sus necesidades. De la misma manera, se requiere cuidar de los hábitos de sueño, que cada vez se ven más afectados por la tecnología. En la actualidad, se va a dormir con el celular en la mano y se despierta de la misma manera. 

Procura desarrollar hábitos limpios de sueño, desconectar del celular, el correo electrónico, de las redes sociales antes de dormir es importante para desestimular el cerebro y facilitarle una noche de relajación, descanso y recuperación. 

Es durante el sueño, que el cuerpo entra en procesos de recuperación y almacenamiento de la información importante del día, al cuidar del sueño, se cuida el adecuado funcionamiento cerebral, que a su vez tiene efectos positivos en la salud física y mental.